Escribir un folio diario no es fácil. Sobre todo, cuando se trata de que la escritura no se oxide. Hay días en los que es imposible, porque uno se encuentra agotado por todo el día. Pero es aconsejable. Así, la escritura no se pierde. Se han de respetar los días en los que no es posible escribir. Cada folio es una creación, y ha de guardarse. Y me refiero a escribir a mano. Se numera el folio, y se guarda. Luego, se repasa, y se observa o examina si es interesante. La fecha es importante. Sin fecha, también es válido, pero no será posible si viene sin fecha, porque hay que ubicar lo escrito. Pero no es del todo importante.
Un folio diario, si hay días en los que es posible, es una suerte de entrenamiento. Y los primeros días cuestan lo suyo; pero luego se convierte en una actividad enriquecedora e imprescindible.
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