En busca de inspiración

La inspiración no se caza en el momento. De hecho, no existe la inspiración, sino las buenas ideas, o la frase que puedes escribir con mejor o peor tino. No hay reglas, y hay que buscar la inspiración en el trabajo. En mi caso, peco de poco constante, pero no abandono la novela en la que estoy trabajando. Por otra parte, la inspiración no es del todo respirar y soltar el aire. No basta con eso, ni con las buenas ideas.

No es suficiente tener buenas ideas. Con ideas no se gana el mundo de la escritura. Habrá días en los que se sufrirá en más ocasiones, porque no se es práctico a la hora de escribir. La lectura es aconsejable, y los consejos de otros amigos y escritores. Pero hay que escoger una hora para escribir. Algunos trabajan en su novela siete u ocho horas diarias. En mi caso, y siempre lo he admitido, mi oficio se convierte en un laberinto desordenado del cual es difícil hallar la salida, pero que disfruto haciéndolo de esta manera. La salida está, sólo basta guiarse y seguir el rumbo.

Con esto quiero subrayar que, de una manera o de otra, escribo cuando me encuentro preparado. Incluso puedo estar con un capítulo días, meses, pero continuo escribiendo. Pero tratar de buscar la inspiración es el camino equivocado. No nos dará un empujoncito, y adelante, sino que se trata, sobre todo, de una práctica constante.

En ocasiones, puede llegar a ser agotador, hasta tal punto que, por mucho que se avance, hay que ir despacio. O rápido, dependiendo del autor. Mi forma de llevar la escritura a cabo no es ideal, pero a cada uno le funciona según "su librillo", y por eso, no se ha de confiar en la inspiración, sino en el constante e inconstante oficio de la escritura.

Desde este apunte os digo: empezad a escribir, y no importa si la acción triunfa o fracasa. Después de todo, Cervantes escribió El Quijote e ignoraba, creo yo, que estaba creando una obra que dudo mucho que haya sido inspirada, sino bien tramada, y con una meta clave: comunicar al mundo lo que pensaba de su época, e universalizarlo, como este blog.