Pues parece que la cosa va a peor. Por lo visto, hace unos días, la central nuclear de Yokoshima, o de alguna otra ciudad que termina en -shima, no parece segura por la fusión nuclear. Por lo menos hay tres centrales nucleares en Japón que ponen en peligro la existencia humana. Esto nos pasa por jugar con el átomo. La única posibilidad es enfríar el núcleo, y lo están llevando a cabo con agua de mar. Por otra parte se han multiplicado los cadáveres de desaparecidos o muertos (unos 10.000); pero, si continuamos así, está claro que la muerte está haciendo su agosto. Por suerte, Japón ha hecho los deberes; esperemos que no suceda la misma catástrofe nuclear de Chernobil, porque, entonces, vamos listos. Pero lo de la fusión me preocupa. Un escape de plutonio, de estas características, no es precisamente un accidente. Al primer Ministro Anao Kaon, no se le ocurre otra cosa que mentir a los ciudadanos, y ordenarles a expertos en ciencia y tecnología nuclear, que digan dijo, donde dijo diego o lo digo. Otra vez, los pobres ciudadanos son las víctimas. Ante la inseguridad que se cierne como una sombra en el Imperio del Sol, sólo le queda sufrir. Por suerte, sé que ningún nipon es estúpido, y es consciente de que el Gobierno, en parte, es un inconsciente, y que el Ministro mienta, no es, precisamente, muy samuray que digamos. Un samuray nunca miente, porque no se lo permite su código.
Eight days a week... I love you
-
He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario