Mes de actividades

Durante todo el año hay actividades, pero en verano se acrecientan, hasta tal punto, que las actividades culturales se multiplican en toda España. Hay de todo tipo y clase, y en todas las comunidades. Una manera de pasar el verano, arrebatando horas a la siesta.

Esto es un apunte breve. Tampoco me voy a poner enciclopédico, para no quedar como un pedante, y además, cada uno es libre de decidir sus actos. La siesta es una opción, la curiosidad o el cultivo intelectual, otra.

Nadie irá a su casa a obligarlo. Cada uno se administra las vacaciones según su criterio. Hay oferta, la mayoría de las veces, gratuita, y eso es un punto a favor de la cultura, que está casi a punto de morir de un infarto mortal. Claro que, la lectura o la visita de museos, pocas veces los disfrutan los originales del lugar. Y los turista fotografían hasta las huellas de Quevedo o Cervantes, por poner un ejemplo.

Las vacaciones son el momento perfecto para hacer algo más. Pero la crisis, en vez de olvidar, nos recuerda que necesitamos ser un país responsable. Pero las consecuencias vienen del desastroso mandato anterior, y lo desastroso de la corrupción de los partidos.

La cultura debería estar al margen. Hay recortes que, con la excusa de la crisis, son la excusa perfecta para no repartir más dinero. Dinero público, del cual los políticos (todos) se aprovechan, y no dicen esta boca es mía.

Finalizo este apunte en unas líneas: no todo son malas noticias. Si acaso, que el abuso político está llegando a cotas exageradas, y que, la batalla celestial se está llevando a cabo, porque no dejamos de luchar por nuestros derechos. Es posible que esta generación no hable o grite. Pero, ¿nos hicieron caso cuando hace años pusimos énfasis en el abuso de la corrupción? Nadie hizo caso.

Entonces, cuando empecemos a protestar todos, ¡todos!, entonces, será el momento de que se nos haga caso. Ya está bien que paguemos por gastos que son abusos, para que se decoren los despachos, cuando la cultura está siendo denostada, pues con este calor, los ánimos se están alterando, y tragar demasiado empacha. Es la hora de vomitarlo.