Títulos

Y no, precisamente, universitarios. Títulos de obras tan peregrinas como este ensayo sobre las monedas y medallas y su antigüedad. Desde luego, como se nota que, en aquella época, no había ni ordenadores, ni televisores. Una época en donde no quedaba tiempo para la prisa, porque no había ninguna prisa.

Y hay algo más, este manuscrito es una copia de un original. Desde luego, ya empieza la aventura. Nada queda al azar, porque no hay azar seguro. Pero del azar he escrito muchas veces. No hay azar. Uno escribe, y espera todo, menos la suerte. Porque no hay suerte. La suerte se crea, y favorece a unos o a otros; de tal manera que, sea de esta manera o no, la suerte, al escribir, es cuestión de mucho trabajo preliminar.

Y eso que es un libro manuscrito. Todo un lujo, y escrito por un noble. No es el primero, y no será el último.