Un barco, dos barcos, un tesoro, agua, por favor...

Calor tropical o caribe. Días en las últimas. Ni un galeón español a la vista, en pleno verano. La tripulación, las morenas del Mar Caribe, los tiburones de los mares, y el Capitán, que lleva varios días bastante preocupado y deprimido porque, en los últimos tiempos, no se divisan galeones con oro y esclavos, como en los viejos tiempos.

La tripulación, los perros del mar, los leones del océano, y el Capitán, llevan días sin novedades. El ron no se agota, pero el agua , sí. No pueden abastecerse de agua porque la Isla Tortuga está algo apartada; tampoco pueden abastecerse de víveres, porque los puertos y virreinatos, apenas divisan una embarcación piratas, preparan los cañones, y se dedican a defenderse.

Entonces, la tripulación cae en una especie de alucinación: un barco, dos barcos, un tesoro, agua, por favor..., ¡tenemos ron, mucho ron!, y el galeón pirata va a la deriva, sin rumbo fijo, hacia no se sabe dónde, ni hacia dónde andará, o llevará su singladura. Ciertamente, hace demasiado calor.