Cuadernos que, sobre todo, hay que tener cerca. Pero son compañeros en los pormenores del tiempo, en donde el mundo se analiza de otra manera, pasando por el filtro de la meditación, con datos que son de ayuda, o pensamientos que son inevitables que se pierdan o huyan. O que se esfumen.
Pero hoy no es mi día en que las entradas salen fácilmente, porque, en este caso, llevo unos día en que las entradas dejan de ser brillantes. Pero no me preocupa. Los pormenores del tiempo son más pormenores que nunca. Y, al final, siempre se acaba escribiendo sobre lo mismo.
También, que hace unos días conseguí un cuaderno Moleskine liso, en la Fnac. Casi no lo encuentro, pero tuve que ir a la Papelería de la 3ª Planta, después de buscar infructuosamente. Me dejé llevar por un cierto instinto de deducción. Y, al fin, pude comprarlo. De momento, lo he guardado, pues no sé cuando lo utilizaré. De hecho, tengo varios cuadernos creados por mí mismo. Pero, de momento, no me hacen falta más.
Los pormenores del tiempo se transforman en tiempo planteado. Ahora queda, por lo menos, escribir, pues es, de momento, una tarea diaria que cuesta llevar a cabo.
También, que hace unos días conseguí un cuaderno Moleskine liso, en la Fnac. Casi no lo encuentro, pero tuve que ir a la Papelería de la 3ª Planta, después de buscar infructuosamente. Me dejé llevar por un cierto instinto de deducción. Y, al fin, pude comprarlo. De momento, lo he guardado, pues no sé cuando lo utilizaré. De hecho, tengo varios cuadernos creados por mí mismo. Pero, de momento, no me hacen falta más.
Los pormenores del tiempo se transforman en tiempo planteado. Ahora queda, por lo menos, escribir, pues es, de momento, una tarea diaria que cuesta llevar a cabo.
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