Este mes empieza con los lodos que arrastra el anterior; y estos mismos lodos salpican a la clase política, que es un hervidero de ladrones de guante blanco. Han decidido que, por una parte, nos roban, y por otra, que es necesario que nos aprieten el cinturón y las clavijas, que ya duelen; y luego, que nos estamos igualando a Grecia, e Italia se parecerá a nosotros.
El descontento es general. Nadie se fia de nadie, y menos de estos chorizos en conserva que se mentienen fresco con unos dineros que nos esquilman de los impuestos. Para desviar la atención de un problema que nos afecta a todos, el PP ha decidido querellarse con IU, de esta manera, tratan de decirnos que ellos no han sido, pero todos los partidos políticos están pringados.
Ante tamaña estrategia uno no puede hacer otra cosa que reír la gracia, porque la estrategia es fallida, y tanto PSOE como PP, como el resto de los chupamonedas (estilo Jeeper Creeper) parecen que han resucitado cada cierto tiempo, para repartirse una lana, como dirían un mejicano, para repartirse la lana.
Esta monstruosidad está creciendo, y si la corrupción hace siglos era patente, ahora lo es más que nunca. Y encima, parece que los culpables de estos asuntos seamos nosotros. Indirectamente, lo somos. Somoa aquellos a los que los Gobiernos engañan, maltratan, castigan, pasan las cosas mal, en un sinvivir, y que tenemos que decir algo, porque ya estamos todos, o casi todos, hasta la huevada de estos asaltamanteles y quitacenas.
Cuando ellos no se privan de nada: sólo hay que ver la millonada de beneficios de Rajoyman y Rubalcábala, que se están echando la culpa mutuamente, porque su fortuna asciende a un millón de euros, que ya es tener pasta. Con esa pasta, cien familias saldrían de la crisis, y faltarían familias.
Da la sensación de que el mundo está algo alterado; pero ocurren hechos que no están justificados: el bandolerismo de los Bancos, de los más importantes, que juegan con el dinero de los demás y, si pueden, los estafan. Claro que, en este caso, es mejor asesorarse y tener a mano un buen abogado, porque el asunto es complejo. Es erróneo pensar que los ahorros o los activos del Banco, en cuestión, les pertenecen a sus clientes que meten sus ahorros alegremente. Pero la batalla entre los "sus" y los "mis", no han terminado.
Menudo 2013 nos está creciendo, con cáncer corruptor incluido.
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