Hacia tiempo que el flexo se calentaba demasiado en la base. Si ni fuera porque es un objeto básico en el escritorio, o en la mesilla, incluso es posible otorgarle sentimientos humano o antropofísicos (bueno, sí, me he inventado la palabra), pero sería un humano incompleto: cabeza y tronco. Pero ayer, falló. Irremediablemente, falló. Adiós a mis excursiones de la tarde, cuando el sol se pone, y luego que mis inspiraciones quedaron limitadas; pero ya está resuelto. Un viejo flexo continúa vivo y en forma, algo escacharrado en la base de plástico, mas es un veterano tranquilo e indolente. Es la luz casera del atardecer. Pero, bueno, fue sólo un día, y, ahora, vuelvo a escribir por la mañana y por la tarde. La luz que se presenta para ver el teclado, que es negro. Ahora, a flexo muerto, flexo puesto. Por suerte, fue sólo un día. Por cierto que la oscuridad no es muy agradable. Se pierde visión y, sobre todo, capacidad para vislumbrar las letras del teclado, porque es un sobreesfuerzo poco saludable. Por cierto, este apunte no es importante. Es un apunte deslavazado, y una noticia sin importancia; pero que uno se lleve la sorpresa de que no funciona, después de varios años, es una sorpresa muy desagradable. Al principio, pulsas para cerciorarte, luego te das cuenta de que el paciente es irrecuperable, como todo material perecedero.
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 13 años
La noticia ha dado la vuelta al mundo. Al parecer, unos átomos o partículas, conocidas como neutrinos, acaban de confirmar (pero ha de comprobarse para hacerlo oficial) que superan en velocidad a la de luz. Se ha puesto en entredicho la fórmula de Einstein. Lo más curioso es que no han dicho nada sobre si los neutrinos aumentaban de masa, o sufrían algún tipo de cambio, físico o atómico. Según las noticias, "puede ser un descubrimiento revolucionario". Ignoro hasta que punto lo será. La noticia casi poner a caer de un burro al físico alemán. Después de todo, yo no haría mucho caso a la noticia. Por ejemplo, no se ha nombrado al CERN, acelerador de partículas, y, apenas, se ha dado importancia a una noticia que necesita, por lo menos, comprobarse. Si es una novedad, se trata de una información que es una bomba. Pero, tanto es así, que no hay que dar mucha o demasiada importancia a dicha información: puede ser un hoax, y los hoax no hacen mucha gracia. En primer lugar, porque la información que ha dado la tv, es superficial. Un reportaje con imágenes sorprendentes del Universo, dibujos técnico-científicos, y me dio la sensación de la integridad del reportero, porque se me antojó que estaba tomando el pelo al espectador. No deberían ofrecernos un espectáculo tan pobre. Pero si hay revolución, el tiempo, que es relativo, confirmará las dudas, y hasta es posible que, por lo menos, haya tema para largo para hablar de los futuros viajes temporales.
En estos momentos, después de que el guión para la secuela "Superman: Man of Steel", producida por Christopher Nolan, y dirigida por Zack Snyder (director de las tres partes de "300") ya se ha movido la máquina de Hollywood para que Henry Cavill de vida, que se la quitó Brandon Routh, a una nueva versión mejorada, con traje y todo, del Hombre de Acero. Pero el guión ha dado muchas vueltas, y es de esperar que, con la visión de Nolan, sea un personaje aún más oscuro. Por cierto, Nolan renovó a Batman, pero casi se carga al mito, por hacerlo demasiado realista. Pues bien, con esta secuela, la Warner espera que tenga un éxito más que discreto, indiscreto. La elección de Henry Cavill quizás no caiga en saco roto; pero sustituir a Christopher Reeve será la antorcha y broche final, para que la saga del kryptoniano continue en alza. De todas maneras, el traje es interesante, pero no me convencen los cambios. Hay muchos seguidores a favor, y muchos en contra, hasta el punto que hay disensiones y críticas. Al parecer, el traje plástico ya se intentó en "Superman Lives" que dirigió el maniático y genial Tim Burton, hasta que lo echaron del proyecto, creo (pero puedo equivocarme) con Nicholas Cage en el papel del Cruzado de la Capa, con los gastos que ascendieron hasta el cosmos más alejado. En mi opinión me pregunto: ¿Estará Henry Cavill a la altura, o dejará al Hombre de Acero por debajo del suelo, como el propio Brandon Routh, transformando su interpretación en un sacrilegio y un anatema? Veremos.


Ha quedado relegada al olvido, gracias a los portátiles y ordenadores. De todas maneras, encontrar una, entraña dificultades; pero se echa de menos la letra y la música de esta compañera que ofrecía ruido y tonos al trabajo del escritor y del periodista. Sobre todo, en las ocasiones, en que había que corregir y retocar el cuento, o la novela. Un escritor como Paul Auster, en una entrevista para el El País Semanal, no dudó en admitir que él seguía utilizando la máquina de escribir para sus novelas, y que fastidiaba un poco a sus editores el manuscrito, porque, en la editorial, tenían que pagar a un redactor que pasara el manuscrito a formato word o digital. Auster se defendió exponiendo que con un ordenador la inspiración no le llegaba, y que, con la máquina de escribir, no le importaba si se demoraba un año o dos, en los distintos borradores, hasta el definitivo. Manías de escritor. Para Paul Auster, la transición de máquina de escribir a ordenador, es harto dolorosa, y aún continúa utilizando este medio. La máquina de escribir sigue engrasada.
Este libro ya lleva tiempo en las Bibliotecas. La autobiografía de Arthur Schnitzler, un médico vienés de origen judío. Snitzler cuenta su vida y como convivió con su carrera de médico, mientras se forjaba como dramaturgo y escritor. Hay de todo: una suerte de anécdotas alegres, algunas un poco quijotescas, y muchos visos de un Don Juan muy poco caústico, aventuras de juventud, y su despertar a la escritura, en donde el mismo Schnitzler reconoce que sus primeros intentos fueron fallidos, y su padre le instó a estudiar la carrera de Medicina, y a escribir, después. Por suerte, esto lo llevaba sin resignación, pues hubo momentos en que no escribió nada. Sin embargo, he encontrado un defecto en este autor: sus palabras u obras, de alto contenido antisemita, es posible que él, siendo judío, lo admitiera a medias, sus obras inspiraron al nazismo y que, de manera inconsciente o no, sirvió de trampolín para una literatura que vendría después, pues Schnitzler en sus obras teatrales o novelas, introduce algunos efectos que, desde luego, parecen incomprensibles. En estas memorias, escritas a los 35 años (o como dice Borges, que alguien que escribe a los 35 años, sus memorias, indica que no ha vivido lo suficiente) muestra el mundo de Viena, y su pertenencia a la clase burguesa, pudiente, y, respecto a los amigos que va haciendo por el camino, demuestra una serie de perfiles psicológicos en tres o cuatro líneas, y como abandonó, poco después de licenciarse, una carrera de médico que lo llevó a la literatura, no precisamente, por la puerta grande, que llegaría después, si no a partir de modestas publicaciones, y escenificación de obras teatrales. Quedan confirmadas en esta Autobiografía, Juventud en Viena, el patente amor del dramaturgo, por la escritura. Y eso, a pesar de que su padre, un médico eminente, no estuviera de acuerdo con el camino literario de su vástago.


Da la sensación de que la perfección del círculo lo es todo. Es más que eso, más que todo, porque refleja la perfección, por la esfera, o por los ángulos que pueden construirse; pero no lo es todo, hay más. Esto es sólo un ensayo, una de las muchas pruebas; pero el dibujo se queda corto, porque lo abstracto es inexplicable. Es posible verlo, pero no comprenderlo. Sin embargo, queda la manera de lo expresado. En el escáner, no he podido aumentarlo. De manera que sobra espacio. No echaré la culpa al ordenador. Con más memoria y más dispositivos, y con un programa más avanzado, se han perdido cosas por el camino, o no se encuentran. Pero, por lo menos, lo he intentado. Más adelante, presentaré folios o cartulinas. Tiempo al tiempo, que uno no es perfecto. Queda la paciencia y la espera. La esperanza de la espera. 


Empieza un mes que nos traerá frío, y algunos cambios o modificaciones, tanto en el plano político como intelectual. Por otra parte, arrastramos los problemas del mes pasado: paro, delincuencia y un sinfín de crímenes, y de locuras, que nos hacen quedar mal a los que ningún mal hacemos, o que nunca provocamos. Por lo menos, si la lluvia y el frío nos bendicen, podremos, en este caso, admirar los hechos positivos y deplorar y censurar los negativos. El mes anterior no ha sido muy boyante, que digamos. Da la sensación, o la dio en su momento, de que nuestra unidad ya lleva tiempo desgajándose o quebrándose como la cáscara de un huevo que, sobre todo, hace tiempo que está podrido, y eso es ofensivo, hasta que el límite se sobrepase. No pienso vaticinar nada, puesto que los hechos o acontecimientos de este mes, se revelarán según las acciones de políticos, poderosos, y algunos capullines que no dejan al mundo en paz. Pero eso ha sucedido en todas las épocas, y no serán menos, desde luego. Pero, entre el Kali Yuga, y el Fin de los Tiempos, o De Los Días, uno no sabe a que carta quedarse, pero si el partido y la resolución que tomar. En principio, que cada uno elija su camino, y que actúe en consecuencia, y que se deje llevar por su razón, respetando las de los demás, sin avasallar, y que sea íntegro. De manera que os dejo con esta hermosa imagen de "integridad", que ha perdido puntos por el tabaco. La elección le pertenece a ella y, a todos nosotros, también.

