Entradas Universales

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miércoles, 26 de junio de 2019

Tangencias ocasionales

Que, en ocasiones, el pensamiento vaya por un lado, y las reglas por otro, es un cosa. Eso no significa que debamos dejarlo de lado. El pensamiento puede ser erróneo, o el correcto, erróneo, también. Se suele meter la pata desde el principio, pero nadie es culpable de nada, por supuesto, y eso es una ventaja. Podemos equivocarnos, y equivocarnos siempre, y siempre continuaríamos equivocándonos hasta el infinito. Eso no nos perjudica: nacimos equivocados hacia la muerte, y eso es una verdad que no ha lugar a dudas.

Cuando, en cierto momento, nos damos cuenta de lo breve que es la vida, empezamos a mejor no pensar en ello. Si tienes 18 años, y estás leyendo esto, mejor déjalo. Aún eres joven para pensar en las limitaciones de la existencia. Es a partir de los 40 cuando uno se pregunta qué es el mundo y la muerte. Y merece la pena o no.

Poco importa que otro piense diferente, No es aceptable que el otro deba decirte cómo hacerlo. Sé tú mismo, pues.

viernes, 27 de marzo de 2015

Direcciones opuestas

Direcciones...
Que las mismas ideas vayan por caminos opuestos, o  ni siquiera se toquen, no significa que sean contrarias, sino que hay distintos puntos de vista. En filosofía, exponer las ideas de varios filósofos que, en ocasiones, se contradicen, o tratan de coincidir, pero se reencuentran, en realidad, consiste en que buscan la misma verdad, pero por caminos muy distintos. Por eso, las direcciones opuestas acaban por encontrarse, debatirse y corregirse, y eso no tiene porqué anularse mutuamente. Si eso fuera así, la evolución no sería posible, y sobre todo, la evolución del pensamiento. Es posible tener razón; pero, también, estar equivocados, y eso es muy humano, legítimo e irreprochable.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Líneas infinitas

Las líneas nunca se acaban. Siempre hay espacios que rellenar, que lograr el interés. Pero cuando se agota una línea, llega otra, y otra. También los párrafos. Pero esto es un apunte, no un ensayo. Como apunte, uno se da cuenta de que la escritura abarca todo, o casi todo, y este abarcar es un abrazar continuo de la escritura. Se podrá acabar el mundo, pero no la escritura. Se podrá acabar el pensamiento, pero no la escritura. Es posible que el vacío acabe inundando todo el universo, pero se seguirá escribiendo.
También es posible que la Red se expanda y, por ese mismo hecho muera, pero se seguirá escribiendo. Será por escribir... Las líneas son infinitas y los renglones numerosos, y más de uno necesitará de todos los géneros literarios para que la escritura siga fluyendo, y sea libre. Pero libre no es del todo.
En ocasiones, la libertad, siempre se cobra un precio, que es el precio de no poder escribir lo que quieras, sino lo que te dejen. La propina, por supuesto, no es muy elevada.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Un mes que empieza, y que veremos si crece

Un mes que se construirá noticia a noticia, o hecho a hecho. Empieza Septiembre, pero como un cuaderno a medio construir. ¿Será como otros septiembres, en donde imperaban e imperan, las malas noticias? No puedo vaticinar nada, si no ver lo que ocurrirá en un acto de deducción. Pero no huiremos de las catástrofes, desde luego.
En cuanto a mí, continuaré escribiendo entradas sobre aquello que me apetezca, y que, en segundo lugar, me permite expresarme como quiero, como dijo Bruce Lee. Patada lateral para los chorizos y los corruptos. Al final, los embutidos acaban caducando, y muy mal.

viernes, 29 de julio de 2011

X-Marginados

Lo he estado meditando. Los X Men, en el fondo, son unos marginados. En realidad, lo han sido siempre. También, pueden ser errores de la Naturaleza; pero las mutaciones no suelen ser errores de este tipo, pero lo son. En este caso, son los Homo Sucessor o Superior. Por eso Charles Xavier creó una Academia, para que los mutantes con el Gen X, pudieran desarrollar sus habilidades.
Eric Lensherr, Magneto, no lo veía así. Charles Xavier quería defender a la Humanidad, Lensherr, todo lo contrario, destruirla y construir un nuevo mundo con las cenizas de la especie Homo Sapiens. La cosa maduró en una isla Genosia, pero todo se perdió, incluso los valores, porque hubo un conflicto de intereses.
Es posible que los marginados no logren cambiar el mundo; pero, como los X Men, cabe la posibilidad de hacer las cosas bien, o mejor, con un poco de comprensión. Lobezno no odia a los humanos, ni Tormenta, ni Cíclope. Claro que han tenido un buen maestro, al Profesor X, que toma el nombre de su apellido, y del gen. Pero eso no significa que las diferencias y los prejuicios hayan desaparecido.
No son, desde luego, profetas en su tierra, porque reciben palos por todas partes, incluso del propio Gobierno, que los vigila con precaución. Es como esperar que estalle una bomba para iniciar la Tercera Guerra Mundial, pero ya han empezado diez.

miércoles, 20 de julio de 2011

¿Qué puedo decir... ?

En ocasiones, las palabras sobran o faltan. No siempre es así. Porque, como ya señalé hace tiempo, uno no escoge sus palabras, en algunos momentos. No las escoge, porque las palabras lo invaden todo. Y, sin embargo, las palabras son necesarias, por lo intensas.
Nos encontramos en una época, bastante agradable y desagradable, en que las palabras suelen ser destructoras y sangrientas. Basta con escuchar a los políticos: siempre con doble o triple intención, y que se asemejan a un combate de gladiadores. Ya no son púgiles, sino gladiadores, que esperan ansiosos la caída del otro. Por eso creo que las palabras son necesarias, pero, en ocasiones, malquistan y provocan guerras, o destruyen al cincuenta por ciento. El otro cincuenta, espera, claro.
Pero, si buscamos palabras creadoras, siempre hay alguien que se dedica a frenarlas, anulándolas, y las esclaviza para sí, tergiversándolas. Como hace unos veintiún años, cuando uno que creía amigo mío, me llamó: “pastillero”. Curiosamente, comprendía el término, y es un término desagradable, bastante ofensivo; teniendo en cuenta que este “amigo”, no comprendía muchos términos que, para él, eran y son abstractos, no supo elegir sus amistades.
Pero esa palabra me ofendió. Yo no era lo que afirmaba. Nunca lo he sido; pero ya esa palabra nunca me había gustado. Porque un pastillero es aquél que toma una serie de drogas de diseño o las vende. Ni yo me dedicaba a eso, porque mi afición es la lectura, ni me ocupaba de lo otro, un negocio peligroso, desde luego.
Pero una cosa es cierta: jamás hice nada ilegal. Jamás.
Por eso, ¿qué puedo decir…? Cierto que, en este caso, no tengo nada que reprocharme. Pero las palabras son más peligrosas, en ocasiones, o más agradecidas, en algunas circunstancias. Jamás este “amigo”, cuando le pregunté por qué me llamaba así, y porqué lo decía. Recibí el silencio, y el silencio es lo más horrible del asunto. El silencio, ya de por sí, mata, y es una muerte horrible y fría como el mármol. También me demostró que el insensible era él, y que ha de convivir cada día con una culpa (pues ya no es mi amigo, ni nada), que lo consume cada día, en ese cráneo enorme con cerebro diminuto, aplicado al arte de destruir a su antojo.

domingo, 12 de junio de 2011

En blanco

Hay días en los que no se me ocurre nada para escribir. O lo que se me ocurre, es bastante flojo. En esos momentos, me dedico a leer, o a consultar páginas en la Red. En ciertos momentos, no importa no escribir. Pero como me he comprometido a escribir una entrada diaria, no puedo dejar de hacerlo.
Porque uno se queda en blanco por muchas circunstancias. O no es el momento, o se tiene que decir algo o escribirlo. Escribir unas líneas que no convencen. Pero no trato de convencer a nadie. La escritura no consiste en convencer; esta palabra viene del latín, y significar “tratar de vencer con insistencia, o vencer de nuevo con más brío”: también es un término bélico; pero la argumentación nunca ha de ser bélica, o de conflicto.
También sé que, quedarse en blanco es una defensa, o un escudo, ante la creatividad, que se resiste a trabajar en jornadas intensas de actividades. O que ese día no es el día de nadie.
Por otra parte, seguro que esta entrada ya la he escrito, pero no me acuerdo, o no lo recuerdo bien. Y es que este año, quiero escribir la mayor cantidad de entradas posibles.
Debo de tener suerte, o morir en el intento. (Para no morir, toco madera).

sábado, 1 de enero de 2011

Un nuevo comienzo


Como siempre, un nuevo año empieza. Ya hice balance el año pasado, y, desde luego, no voy a avanzar sobre lo que tú, hipotético lector, te vas a encontrar. Sin duda, continuaré con Strike! La Serie, y las aventuras de David-El. Sin duda, es un reto, porque este personaje ni es detective, ni pertenece al género fantástico (ni fantásmico), ni, sin duda, es un personaje que cueste mucho urdir las tramas, que procuraré que sean cortas y autoconcluyentes, con mucha acción, y en torno a su identidad, que ha de aceptar que descendiente de Kal El, aunque le pese, cinco mil años después, en un mundo ligeramente apocalíptico. En fin, que hay muchas cosas que hacer, y empiezo este nuevo años con nuevos brios, y espero que mi cerebro consuma las suficientes calorías y azúcares, para poder escribir e idear nuevas historias en Strike! y Futurama (que es la etiqueta de mis cuentos de ciberpunk ( o eso intento); por lo demás, felicitar el año a todos mis amigos y familiares y que este blog resista hasta que yo desaparezca. Entonces, lo más seguro es que lo eliminen, y toda mi ciencia no sirva para nada. Por lo menos, tengo la seguridad de que escribiré todos o casi todas las jornadas; porque, lo que si comprendo, es que he de seguir escribiendo y aburriendo al personal.

martes, 24 de febrero de 2009

¿Posts más cortos?

El Mago Martin-Martin me ha pedido que escriba posts más breves, en donde prime la calidad. Sé que hay calidad, pero a expensas de una cantidad menor de información. Se busca la brevedad, pero como ornato de buscar un efecto, en detrimento de la información. Lo breve, se dice, si breve, dos veces bueno, ¿a costa de qué?