Me he quedado sin palabras al escuchar las insensateces y desvaríos de los imbéciles de ETA. Exigen cuando no son los más indicados para exigir, y deberían perdonar. Pero, por lo visto, no dan su brazo a torcer. Les falta sentido común y humildad. No admitir los errores es el paso para repetir el error. De todas maneras, nuestro Gobierno hace lo que Herodes: se lava las manos. Ciertamente, me he quedado sin palabras ante las estúpidas exigencias de una banda terrorista que le da igual todo. O se hace lo que dice, o nada. Tanta falta de flexibilidad mental, lo único que produce es la dureza de cristal. Y lo de la independencia. Por esta regla de tres, la independencia es, ante todo, es una exigencia de los catalanes y gallegos. No son los únicos; pero, nos obligan a creer que la independencia vasca, es toda la independencia existente. Pues no. Lo primero es que el Gobierno demuestre lo fuerte que está; pero nuestro Gobierno es débil. Se debilitó al abrirles la puerta con la segunda tregua, que aprovechó para volar la T4. Y esto ya no se lo cree nadie. Se han aprovechado de la debilidad del Gobierno. No necesitamos un Gobierno débil, porque de eso es de lo que se aprovechan estos despojos que no piensan, y sólo se dedican a matar, que es lo más repugnante de la existencia. Lo más bajo es matar por una idea que llena los cementerios y seca las almas.
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años
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