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martes, 9 de octubre de 2012

Cuestión gramática

Imaginaos que llegáis a mi compungidos porque la Gramática os causa desazón y terror. Observad que tengo un gorro inglés, y una pipa de la que aspiro el sabor del tabaco mentolado. Me encuentro entre las sombras, en un pequeño despacho, mientras examino la niebla londinense desde la ventana, y deduzco que va a llover, porque, en el aire, detecto un ligero aroma de humedad, y el acuoso rumor del ozono que me hace cosquillas en la nariz.
Os preguntaréis: ¿Y cómo sabía que me ibáis a preguntar por la Gramática? Muy sencillo. En el pasado yo tuve un problema parecido. No me traumatizó, sino que me aburrió demasiado. De manera que os diré que hice, mientras iniciaba mis pasos en los Talleres de Escritura y Creación Literaria.
Adelante. El viaje empieza en estos momentos.
Por una parte, mi desilusión por la Gramática (que ahora no se me antoja aburrida), la combatí, leyendo a los 11 años, El Quijote en donde pude poner remedio a este terror por la Gramática. Me di cuenta de que, el propio autor, cometía inauditos errores semejantes a un descuido al escribir. Pero yo disfrutaba, a pesar de alguna que otra cacofonía formidable. Por esa época carecía de las técnicas básicas de escritura para expresarme. Pero todo cambió, cuando, diez años después, me apunte a un primer taller. Descubrí que la Gramática no dependía del escritor, porque éste, tenía que creer en sí mismo. Pero llegó lo mejor.
Antes de ingresar en el Taller, me había leído El Quijote unas cuatro veces más, con otro bagaje de lecturas cuando abrieron la Biblioteca, y mucho antes, con otras lecturas. Entonces, me di cuenta de que la escritura debía ser intuitiva. Si hay una oración que no suena bien, es mejor modificarla para que sea más clara y precisa. Y, ya resuelto el caso, permitidme un inciso.
¡Pero, por Dios, para escribir hay que seguir escribiendo! Lo sabe hasta el crío más pequeño. La Gramática es una herramienta más; pero cuenta más las obras de vuestras manos que unas reglas, en ocasiones, arbitrarias. Escribid para disfrutar. 

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