España se ha vuelto muy extraña desde que la Audiencia Nacional se dedica a soltar a asesinos de esta calaña. Nada menos que a pistoleros, que se lo pasan de miedo una vez libres, y que, cuando ETA, que ya está fuerte, sea más poderosa, la situación se va a poner seria.
Ya es de risa que los magistrados tengan tanta prisa. Creo que les arde el asiento, y en el fondo, son bastante cobardes. Les preocupan que estén señalados, con la espada de Damocles encima de sus aladas cabezas (con cerebros de serrín y algo corruptos); ni se lo han pensado. También podían poner un poco de resistencia, y no amilanarse con los abogados, porque al tumbar la Doctrina Parot era para una sola asesina, no la manada de sedientos de sangre que han liberado.
Lo dicho, la justicia se ha vuelto loca y cobarde.
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