En esta vetusta biblioteca. Vetusta porque es antigua, y porque es de abolengo. Es imposible entrar con folios o lápices. Lo miran y lo remiran, para que tu acción no sea sospechosa. Ha habido varios hurtos criminales contra esta Casa de la Cultura. Sin duda, es un pormenor del tiempo. porque permanece, como las rocas en el camino, con la diferencia de que el edificio sigue en pie.
En la imagen no hay nadie, pero se respira la paz más inmensa. A mi me sucede que, en lugares tan vetustos como estos, me puedo quedar dormido de manera inconsciente. Tanto silencio. Y el tiempo se convierte en un pormenor. Pero es una siesta placentera, aunque luego me despierte y no sepa situarme. Es decir, que me tengo que preguntar dónde estoy, poco antes de la apnea accidental, claro.
Entre estos muebles y anaqueles, millones de volúmenes nos contemplan.
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