Sí, un mes tremendo. Saltó la olla cuando el millonario Sheldon Adelson, amo de todos los Casinos de Las Vegas, y del mundo, cuando tenía decidido el proyecto de EuroVegas, y precisamente, a mediados de este mes, dijo que el Estado deberá ocuparse de restaurar las pérdidas de su negocio. Como la alcaldesa, Ana Botella, no es tonta, se dio cuenta de la estrategia. El Estado somos todos los españoles, y eso de poner el dinero si el negocio del mafioso norteamericano perdía, no eso. Esta es una de las noticias que me han llamado la atención. Al final, al magnate Adelson se le vio el plumero.
Ni por asomo EuroVegas se construiría, en un principio sí, pero no, sólo para hacer más rico al magnate mafioso, sino que Adelson es como Rubén, ese que quería ser presidente de la Mancomunidad de Vecinos, y que nuestro bloque no lo tuvo en cuenta, porque somos un bloque independiente. El plan era el mismo. Asumir las pérdidas. Pero a Rubén le salió el plan como a Adelson, al revés. Adiós los puestos de trabajo; adiós, también, a las mezquinas intenciones.
Otra noticias es el acontecimiento del abucheo y las amenazas a la AVT por parte de proetarras extremistas, que, por otra parte, estos extremistas proetarras, carecen de la decencia suficiente para respetar al vecino. Y peor ha sido escuchar que las víctimas muertas están en el hoyo, y los terroristas sueltos. Una vergüenza de país. Los terroristas etarras deberían estar muertos y ser aniquilados, para que se haga justicia ante la pérdida de los familiares de las víctimas.
Y, por último, la sensación de que se puede, en este último año que termina, la esperanza de trabajo en el año que viene. Esperanza es la última que se pierde, claro.
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