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sábado, 5 de abril de 2014

Preferiría no hacerlo

"Nada exaspera más a una persona seria  que una resistencia pasiva. Si el individuo resisitido no es inhumano, y el individuo resistente es inofensivo en su pasividad, el primero, en sus mejores momentos creativamente provocará que su imaginación interprete lo que su entendimiento no puede valorar."
 
                                Hermann Melville, Bartleby
 
 
 
Palabras sabías, sin duda, y hasta tal punto que la ecuación es siempre la misma: una persona trabajadora, pero exclusivamente en una cosa, porque, como Bartleby, preferiría no hacerlo. Si esto lo hubiera llevado a cabo yo, a mis diecisiete años (han pasado más de veinte), la cosa hubiera cambiado.
Por ejemplo, evitar y soportar las iras de los encargados del comercio, los gritos y desplantes de los pelotas de esos mismos encargados, y la continúa explotación del mismo empleado que perdía la adolescencia para escuchar improperios sin sentido. Preferiría no hacerlo, en algunas cuestiones, hubiera sido lo más inteligente, porque, de esta manera, ni me dolerían, en su momento, los huesos, ni hubiera sufrido la molestia del estrés, cuando llegaba a casa derrotado, dolorido, y sin apetito.
Preferiría no hacerlo, pero en algunas cuestiones que no tenían nada que ver con mi categoría de repartidor, y último mono de la empresa. Si hubiera respondido así, quizás, hasta podría haberme ganado un cierto respeto. Pero, claro, ante los explotadores, que no son precisamente los dueños de las empresas, sino otros empleados de superior alcurnia bamboleo, tal vez no me hubiese vuelto, en esa época tan desconfiado de los poderes superiores. Esto es, de los jefes que llevaban años subiendo, mientras a los empleados sin reflejo, sólo les mandaban a calles de infortunio y de escasas propinas.
Preferiría no hacerlo, tendría que haber sido mi palabra de guerra. No me convierte en perezoso, porque Bartleby no lo era. ¿No se empleaba a fondo los domingos? Entonces, en algunas cuestiones, en donde la inhumanidad son los otros (que a uno le trataban como mulo de carga, de ahí, mis dolores y tirones de espalda); porque sé muy bien que era diligente y cumplidor en mi trabajo y oficio. En algunas cosas, debería haber dicho: Preferiría no hacerlo.

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