Un buen día |
Día de primavera que parece de verano. Estamos acostumbrados a las excentricidades del tiempo, de sus caprichos y de sus cambios de humor. Acostumbrados a que en otoño haga tiempo de verano, y en invierno no nieve sino que llueva. Es el tiempo del Mediterráneo y de la Meseta central.
Al tiempo de las catástrofes, inundaciones y deshielos de los polos. En fin, de momento, parece que estos días no dejan de prometer y que, ante tanta sorpresa, es bueno descansar en la sombra, mientras el día y la tarde son bonancibles.
Por lo menos, estos días, podremos mirarnos al espejo y olvidar la taciturnidad del frío y los días helados, y la sensación de extrañeza cuando nos levantamos de la cama, esperando que haga, por lo menos, un buen día. No tenemos porqué avergonzarnos. ¿De qué? No lo sé.
Nos vemos.
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