Siempre busco alguna historia que contar. Pero hoy ha llegado una ya conocida. La Marcha por la Dignidad. Un amigo chófer de autobús, me dijo que debería haber presentado allí porque me afectaba, y no sólo a mí.
Las pensiones están en peligro, y el país se está empobreciendo, y nos recuperaremos, pero a partir de que Bruselas y el Demonio Alemán, nos deje trabajar, como país, y no nos fustigue a deudas provocadas por políticos y sindicatos corruptos. Una de cal y otra de arena.
Nos toca todos buscar la solución. Las pensiones en los Bonos del Estado, que cuando la Bolsa caiga, el país se sumirá en un caos. Y luego, que no me extraña que el Gobierno actual reciba palos por todos los lados, porque ellos tienen el futuro asegurado, pero el anterior Gobierno también se enriqueció con dinero público y la deuda alemana que nos ha impuesto.
Nuestra búsqueda consiste en que no nos perjudique, pero está visto que el que no corre, vuela. Hay bastante voladores en la política, con su sonrisa socarrona y sin ninguna vergüenza. Necesitamos un vacío de poder ante estos rufianes que quieren votos para hacernos la vida imposible.
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