Empieza este mes con la corrupción de un diplomático en Camerún. Aceptaba dinero (2 800 euros) por un asunto de visados. Desde luego, si el mes empieza así, tenemos muchos problemas sin resolver. Por suerte, el diplomático ha sido destituido, y no podemos decir que fue a hacer algo, se cayó, y volvió a levantarse, para hablar sobre algo. Desde luego que, ahora, poco puede decir.
Cuando un mes empieza así, no vaticina grandes cosas. De hecho, vaticina lo peor: que la realidad es muy tramposa y traicionera, y que el diplomático, funcionario del Estado español, se las ha buscado, pero en el Lado Oscuro de la Fuerza. Si seguimos así, además de ser el hazmerreír de Europa y del Globo entero, ya no sabemos con qué nos las vamos a topar.
Bueno, otro marzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario