Una leyenda con muchas sombras y unas luces envidiables |
Dentro de lo desconocido, resulta que no hay tantas sombras, pero sí, parafernalias, y algo de fuegos artificiales. Tampoco hay gran cosa, porque tendemos a llamar por nombres un tanto estrambóticos, los fenómenos mentales que desconocemos.
Ya no es cuestión de disfrazar lo existente o lo desconocido con etiquetas. Las sombras permanecen ahí, pero es posible extraer luz de las mismas. La luz es importante, siempre que no deslumbre, porque nos quedamos con los destellos, cuando necesitamos toda esa luz, para ver con claridad, y no quedarnos ciegos.
Nuestra intención no consiste en la ceguera, sino en la claridad, y la libertad de que cada uno piense lo que quiera (aunque no me gusta este verbo) con plena libertad. Por eso, cada uno ha de buscar su camino, sin fastidiar la salud a los Otros. Porque no hay enemigos, pero los hay. Y es posible convivir con ellos, cuando es preferible ignorarlos, pero manteniéndolos vigilados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario