El Tiempo es una unidad. Bueno, en parte creemos eso porque lo queremos creer. Visto que nos movemos en tres dimensiones, y lo percibimos en esas tres dimensiones, el Tiempo es la cuarta dimensión. Percibimos a partir del deterioro o consumición de la materia. Se dice de una mujer que ha perdido parte de su belleza, o que la mantiene, que no ha pasado el Tiempo por ella, cuando es evidente que las células materiales pierden toda su energía y funcionamiento.
De hecho, uno no es igual a los 3 que a los 10 que a los 20 o a los 30 o 40 años. Hay diferencias; porque medimos el Tiempo por unidades, cuando no lo es. Esta perspectiva la hemos perdido. Al pensar en el Tiempo como unidad, y no como dimensión, sólo estamos contando aquello que percibimos de la manera más superficial.
El Tiempo (cronos) es, sencillamente, el paso de un estado temporal a otro, seguido de uno intermedio. Por eso no hay unidades temporales, porque estamos dividiendo una serie de realidades que no van seguidas, sino que se complementan y traslapan entre sí.
Bueno, es mi manera de verlo. Otros, tendrán otras.
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