¡Qué galaxia más grande!

Por mucho que tratemos de abarcarlo, para nosotros se encuentra lejos, muy lejos. Pero no es inalcanzable, porque formamos parte de él. Primero, porque, de alguna forma, somos la parte más pequeña. Todos somos pequeños. Incluso las civilizaciones que nos visitan, que fueron los culpables de nuestras leyendas y mitos, y forjaron nuestras culturas terráqueas con hechos que siguen oscuros.

Esto es un breve apunte. Para filosofar, suele ser necesario hacernos preguntas a nosotros mismos; pero, cuando se trata de mirar a las estrellas, de las que estamos formados, entonces la filosofía es muy limitada. No basta la metafísica, ni la lógica, ni siquiera Kant tiene todas las respuestas, ni apenas todos los filósofos que siempre miraban al cielo, y teorizaron sobre esa misma realidad, y vieron que la galaxia era demasiado inmensa.