No se había perdido. Por un momento creyó que así era. Pero el camino del berrocal era imposible perderlo. El camino había desaparecido durante un largo trecho, para luego volver a encontrarlo. Al verse temporalmente perdido, el corazón empezó a pedir más sangre. La color le desapareció del rostro, y estuvo a punto de desmayarse. Al hallar el camino, todo el malestar desapareció. Bastaba con seguir el camino de arena, que los hombres pisaron una y otra vez hasta formarlo, merced al ganado, y también con la manera curiosa de conquistar la Naturaleza, y hacerla suya. Por lo menos, ya no se perdía. Ordenó la mente para una nueva decisión mientras el Sol lo acariciaba como un anciano padre a su hijo recién nacido. Sólo tenía que seguir el camino. Es posible que nadie preguntara por él. Ya sabían que no se perdería. Que encontraría el camino y regresaría al pueblo. Pero el boscaje también formaba parte del pueblo. La próxima vez, no intentaría lanzarse solo a la aventura. Ya era demasiado mayor para eso.
Eight days a week... I love you
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He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue
hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo
inevitable...
Hace 12 años
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