Hace ya un mes que me compré un portapapeles (clipboard) y me ha servido de mucha ayuda. Anoto en una serie de folios, que voy guardando, pensamientos o bocetos, e incluso apuntes, para alguna historia, algún relato, o cierta reflexiones que, en ocasiones no son nada importantes (importantes para mí, no para otra persona, que, al encontrarse con estos folios, hay un batiburrillo desconcertante); y, por otra parte, ayuda a salvar el día.
El portapapeles no me costó mucho. De hecho, no pasaba de los 3 euros; pero es una ayuda para, antes de dormir, tener la excusa de anotar algunos párrafos interesantes, o tomar apuntes de diversas lecturas. Y me estoy refiriendo a un portapapeles real; no el digital del Word. Es de inestimable ayuda para un escritor.
Y José Luis Sampedro utiliza una tabla de madera para escribir, muy semejante al portapapeles, y muy cómoda, porque así, este Maestro, escribe sus mejores creaciones.
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