Un mes en que ha nevado, en donde ha habido días de calor, y en el que he renunciado a escribir sobre política porque el tema es cansino. Ninguno de los dos partidos lo están haciendo muy bien. Incluso creo que no saben lo que hacen, y así les va. Sufre, desde luego, el transeúnte de la calle, que ya le duele el bolsillo y la cartera.
Por otra parte, he dedicado una parte del mes para agilizar la entrega de la serie Strike! Estoy pensando en prorrogarla un mes más, y luego, regresar a las etiquetas habituales. Muchas personas no se cuestionan que rellenar cada día una entrada no cuesta esfuerzo. Pues sí cuesta: hay veces en que los temas no salen. Incluso durante este mes, escribir Strike! es una suerte de odisea. Tengo el episodio, pero he de pensar en no cansar al lector.
Pero eso da igual. De todas maneras, nadie me lee, o apenas me comentan. Da igual. Escribiré cada mes religiosamente. Una tarea diaria, y que me llevará, o me acompañará hasta el último día. Por lo demás, Strike! ya es protagonista de su propia odisea. Le he enviado a este año, y resolveré esta parte de la serie durante estos meses, intercalados con otras entradas.
Pero el mes, aún nevando, y luego derritiendo, no ha estado mal.
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