Strike! TONELADAS DE DOLOR

David El dejó de beber del agua del olvido, y los ojos se le abrieron. La memoria, al mismo tiempo, eclosionó y estalló como una bomba nuclear. Supo todos los hechos que le habían llevado a ser un luchador, El Mestizo Rebelde, y también que el Gran Itzaak nunca lo liberaría.

Sabía de sobras que estaba viviendo una gran mentira, y que Axis Dalraune buscaba la muerte para huir de Mundo Circo. A largo plazo era imposible, y David El soportaba toneladas de dolor por acabar con la vida de seres que intentaban sobrevivir. En otra ocasión, tuvo un combate con un axoloc arcturiano. De piel roja y mirada fría, tardó poco en romperlo en dos mitades, y quemar sus extremidades con rayos caloríficos. Gran Itzaak tembló de terror cuando supo que David El había recuperado su Don. Nadie en Mundo Circo podía recuperar su Don y, sin embargo, la prueba era David El, que exclamó:

-¡Soy Strike! ! Y nadie detiene a un mestizo. El próximo serás tú, Oh, Gran Itzaak; pero te arrodillarás ante el Hijo de la Casa de El, ¿me oyes, maldito tirano?

Y Gran Itzaak salió corriendo del púlpito. El Emperador se sonrió, con una risa de hiena de Tardis.

-Parece que tu cachorro se ha rebelado.

-Y lo pagará caro-comentó Gran Itzaak, en voz alta.