Despertó con los otros. Después de una dolorosa descarga eléctrica en la piel. Se levantó como un niño que se había olvidado de caminar. Volvió a caer y lo sujetaron. Fue recuperando la consciencia como quien sale del abismo.
Al principio vio una poderosa luz blanca y figuras que se fundían con la misma. Le dolían los músculos y los órganos, como si estuvieran friéndolos a altas temperaturas. Uno de los guardias le golpeó en la nuca. Sintió un dolor aún más agudo.
-¡Presta atención, esclavo, está hablando el Dómine!
David El pensó o creyó que había viajado en el tiempo hacia la Antigua Roma. Nada más lejos de su imaginación, pero siempre más cerca de la realidad. Una realidad que se negaba a aclararse.
-Soy Untarr Dax. Os entrenaré, alimentaré y seréis unos grandes luchadores. Aprenderéis a sobrevivir, porque sobreviven los más fuertes. Es la Ley de Mundo Circo. La selección será entre aquellos de vosotros que tengan una mayor capacidad de supervivencia. Por cierto, luego pasaréis a vuestros amos respectivos, y ganaréis apuestas para ellos. Si uno muere, pierde no sólo la vida, sino que su amo pierde beneficios. No sois esclavos tal como la palabra dice. Sois inversiones. O cómo decimos en Mundo Circo: ¡qué la suerte beneficie a tu Destino!
No hay comentarios:
Publicar un comentario