Stike! UN MURO SE FUNDE

Llegó el día en que a Strike! le tocó enfrentarse a Axis Dalraune. Dalraune había preparado en su rostro negro, blancas y azules pinturas de guerra. Daba la sensación de ser un guerrero y no un luchador.

-Sé de tu Don, Mestizo.

Ambos en la arena, con un Sol que hería la piel, y la ferocidad del público de Mundo Circo, que esperaba sangre, como en los combates anteriores. Strike! también mostró su fiereza con la mirada. Dos bestias de Aolik a punto de atacarse y darse muerte. Gran Itzaak sonreía desde su mandíbula cuadrada y su corona de plumas. Gran Itzaak superaba en tamaño a Dalraune y Strike!

-No, Axis. No serás mi víctima. No habrá vencidos, sí vencedores-dijo Strike!

-Empecemos, pues, la lucha, ¡y que gane el mejor!-gritó Dalraune, despertando al público de su somnolencia. Sólo querían ver sangre, no importaba el color. La sangre, en el Universo, es siempre la misma.

Strike! golpeó en el cuello a Dalraune. Éste perdió el conocimiento del todo. Levantó el cuerpo de Dalraune, y lo lanzó hacia el diminuto trono del Emperador, que gritó de manera escandalosa, justo cuando perecía aplastado por el gigante de ébano.

Gran Itzaak no lo esperaba.

Strike! dirigió sus rayos caloríficos hacia el muro de arena que rodeaba el Circo y lo fundió, creando una salida. Luego, señaló a Gran Itzaak.

-Ahora, tú eres el próximo, oh Gran Itzaak.

Gran Itzaak extrajo un arma de rayos amarillos que provocaban dolor.

Axis Dalraune se levantó, y, tras recuperarse de su desmayo, golpeó con furia a Grab Itzaak. El arma cayó al suelo, y Dalraune y Gran Itzaak estuvieron luchando hasta que Dalraune expiró, con el cuello roto.

Strike! enfocó sus rayos calorificos a Gran Itzaak. El coloso emplumado gritó. El sanguinario público se desbandó. Un muro se había fundido. Gran Itzaak murió chamuscado.

-¡Hoy es el día de la liberación!-gritó Strike!-¡Mundo Circo ha caído!