La nave atravesó la capa de ozono consumiéndose en el fuego. Los comandos circomundanos dejaron de responder. Strike! se llevó las manos a la cabeza. La nave siguió cayendo como un pensamiento rígido.
Strike! buscó recuperar el control, sin éxito; pero ya las placas se fundían, y Strike! supo que estaba en caída libre. Una humareda negra. El ejército había detectado su presencia, y le pedía que se identificara. Que Strike! supiera, una nave mundocircana no llevaba radio ni nada parecido.
La nave continuó cayendo hasta que consumió del todo, y dio en la costa. Luego, el fuego se extinguió, y quedó un humo blanco. Strike! se sumió en la inconsciencia.
Una patrulla recuperó la nave. Se estableció un incidente diplomático entre dos Gobiernos. El primero decía que había sido en sus aguas, y que el aparato le pertenecía. El segundo, que, como eran los Amos del Mundo, la prueba del ser de la nave, y la nave, significaba una prueba más, para avanzar en la tecnología. Pero el interés era más que político.
Strike! no se enteraba de nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario