David El salió disparado con su carga de oxígeno hasta la siguiente Puerta Interestelar. Pero, a punto de aparecer en la otra, un rayo de energía lo atrapó y le forzó a modificar la dirección de su viaje. Contra su voluntad, desde luego.
Los intentos por evitar que el rayo, de azul celeste lo atrapara fueron inútiles. Utilizó todas sus fuerzas de medio kryptoniano, pero fue inútil. El rayo tiraba de él, y lo volvía débil y vulnerable, sobre todo para un tipo que había logrado vencer a una amenaza de la categoría de Parallax.
En esta situación aprendió dos lecciones: no era muy fuerte, y cuando un rayo te atrapa y tira de ti, lo mejor es dejar de negar lo evidente. Sin embargo, los intentos para frenar la tirada le costaron nuevos dolores y sufrimientos. Le dolían los órganos y la presión casi le hace estallar los pulmones.
De manera que se rindió a lo evidente a costa de perder una potente dosis de oxígeno. Podía haber utilizado el Anillo de los Linternas Verdes; pero ese dato llegó demasiado tarde. Perdió la consciencia, y el rayo lo arrastró a un mundo desconocido.
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