Es divertido este conflicto entre ambas franquicias. Sobre todo, entre sus seguidores. Por una parte, se odian a muerte, y por otra, permiten homenajes como en la serie The Big Bang Theory en donde un personaje tiene afición por la Estrella de la Muerte, pero es un fan muy especial de Leonard Nimoy, en cuanto se da cuenta de que, una figura de cartón, tamaño natural, de Zachary Quinto, la devuelve a la caja, porque no era la que esperaba. De hecho, seguía la primera serie. Pero el conflicto seguirá. Ambos mundos tienden a colisionar, si tenemos en cuenta que Star Trek es excesivamente intelectual, y Star Wars es filosófica y espiritual. En fin, que las ideas los separa, pero la tecnología, aunque diferenciada, las une.
Que cada cual escoja su camino.
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