Explicar el origen de cualquier galaxia del universo es sencillo; pero el asunto se complica cuando hay millones. Por mucho que las ilustraciones o magnitudes intenten caber en las páginas de un libro, sólo conocemos un 10% del total. Los físicos y astrónomos ponen límite a su universo, y eso que saben, sin ningún género de dudas, que hay más por descubrir. La sonda Voyager se averiará dentro de unos años; pero, según los últimos envíos, se encuentra fuera de nuestro Sistema Solar, y es probable que se dirija a otra galaxia, o siga volando, hasta que se le agote el combustible en el vacío espacial. Esto es, la negrura que podemos llamar antimateria, porque, un hecho es seguro: la sonda ya no tendrá ninguna foto o documento gráfico que enviarnos.
La sonda ya no depende de nosotros. En Europa se está preparando una nueva sonda, con más adelantos y con la capacidad de que el motor se alimente con energía solar. Muy al contrario que la Voyager, puesto que dispone de un combustible, una célula nuclear, que es posible que deje residuos en el espacio, o en la galaxia más próxima.
Y no os pongáis nerviosos. Saben de nosotros desde hace mucho tiempo.
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