Tapas duras, artesanales, o tapas blandas de pasta. Me encancantan las bibliotecas personales. Son multiformas, multicolor, multiversos que tratan de la universalidad, como de la propia materia en que están fabricados los sueños. Porque los libros son sueños, vidas y ficciones que intentan imitar a la vida, o la Vida misma. Con sus ajetreos y continuidades, y los diversos aspectos de la propia escritura.
Libros y libros en donde se siente palpitar el sentido mismo de la vida. Una tarde desastrosa se salva con un libro o más. Hay momentos en que el libro, o los libros y libros, forman parte de la vida de uno. Y, por suerte, hay Bibliotecas en todo el mundo. Por eso los libros no mueren, sino que se reciclan en conocimientos.
Basta ver la imagen, y he ahí el paraíso.
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