Crear un personaje no es tan sencillo. En primer lugar, el autor ha de conocer, cuando empieza a escribir una saga, cómo empieza, y cómo se desarrollará. En principio, se trata de que aquello que se narra, siendo ficción, sea realista parcialmente.
Como ejemplo: Strike! tiene casi los mismos superpoderes que Superman; pero su maduración es más lenta, o va a saltos. En ocasiones, sus poderes le fallan; en otras, pone demasiado de sí mismo. Con la serie trato de que haya verosimilitud; pero un humano que vuele, sea o no de otro planeta, o de la propia Tierra, necesita justificarse y que sea creíble.
Como escritor (y eso que me tomo más por escribidor que otra cosa) hay que tener en cuenta que aquello que se cuenta evitará soltar alguna carcajada descontrolada. Aviso para Navegantes: el autor ha de decidir cuando el lector suelta una carcajada o un gesto de desazón. Como lector, doy fe de ello. He aprendido de los Grandes que es el propio autor cuando hay comedia y cuando tragedia, e ingenio y chanza.
En una serie de duración indefinida, de la que, en estos tres años, llevo 52 entregas, el asunto no es precisamente para tomarlo a broma. Existen los tres puntos básicos para narrar: Principio, Desarrollo y Desenlace. Pero, como en la entrada anterior dispuse, muchas veces, el orden de los factores no altera el producto, lo modifica, pero los tres puntos básicos deben cumplirse.
Cuando se crea un personaje principal, el protagonista, ha de estar pertrechado por personajes secundarios, antagonistas, y la precisión de las propias historias. Al tratarse de un blog, o blogcuentos-eslabón, se ha de cortar la acción, casi al final, y suavemente, para dar paso para que el protagonista (en este caso, Strike!) tenga la ocasión de crecer, creando nuevas experiencias en cada entrada, para que el lector decida si quiere seguir leyendo, o caer agotado de tedio.
Es importante que el protagonista lleve una historia detrás, y se puede ir desvelando en cada relato, para que el lector lo conozca poco a poco. Claro que, el lector, al preguntarle si recuerda algo de Strike!, su respuesta no será, sé esto o lo otro de tal o cual. Responderá, como si fuera a un examen, y cogido desprevenido:
-Conozco.
No sabrá explicarlo; pero conocerá al protagonista que pone nombre a la serie como si fuera su mejor amigo, o un pariente, y deseará saber más. Y el escritor, por poco experimentado que sea, jamás improvisa. Nunca.
En la próxima entrada, profundizaremos aún más en Strike! La Serie.
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