Ciertamente, no hay momentos adecuados para la escritura, sólo momentos. En algún momento del mismo aparece la historia que quieres contar. Si es de encargo ha de salir a la fuerza, o esperando un par de días. Si no lo es, depende, sobre todo, de cómo te encuentres.
El pasado o la memoria es el material del que se nutren relatos enriquecedores que desconocemos. Amplian nuestra capacidad de comprender nuestro interior, y es un "Y si..." que no podemos dejar escapar porque contiene todas las alternativas para convertirlo en ficción.
El resto depende de vosotros.
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