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domingo, 16 de septiembre de 2012

Enigma y Misterio en la novela de suspense

No voy a escribir una entrada sesuda sobre esto, porque otros autores han escrito y explicado la ciencia de este género de la mejor manera que pudieron, y con mejor claridad. Sí, voy a traer a colación el significa de "enigma" y "misterio". Parecen palabras hermanas, incluso semejantes, pero no. Funcionan de la misma manera, pero no es así.
Una novela-enigma trata de descubrir un crimen, o una acción criminal que ha quedado oscurecida. El detective, o el investigador de cualquier otra profesión, sigue las reglas trazadas por el género, hasta descifrar los pasos del criminal, y dar con él, que dará con sus huesos en la prisión.
La novela de misterio es aún má complicada de explicar, porque siempre hay un asesinato, y el misterio es asunto de un policía o un periodista, que llega a resolver el misterio, y hallar la verdad del asunto. Esta verdad es relativa. Un crimen oscurecido por pistas falsas, con presuntos culpables, se transforma en un laberinto de difícil solución, hasta tal punto, que si no está bien llevada, el lector queda confundido, y bastante cabreado. Cree que se le ha tomado el pelo, y con razón.
Entre ambos aspectos de las dos novelas (enigma y misterio) el género no implica diferencia. Pero, ya lo he escrito: ninguna tiene que ver con la otra. Un personaje de cuento-enigma es, por ejemplo, Auguste Dupin, creado por Poe. Su trabajo es completamente intelectual, y trata de desarmar el lío creado por el criminal, para saber como piensa, y sus próximos movimientos. Hay enigma porque no se descubre del todo, hasta la explicación final. El asesino siempre estuvo presente. Y eso Poe lo sabía muy bien.
Sir Arthur Conan Doyle se puede decir que es el padre de Sherlock Holmes, y un maestro de la novela de misterio. Pocas veces hay en sus relatos o cuentos asesinatos. Hay más bien, robos y chantajes que Holmes ha de descubrir, y aclarar. Un ejemplo de novela de misterio es El Sabueso de los Baskerville en donde el misterio siempre está a la vista, pero no se distingue con nitidez. En apariencia es un trabajo intelectual, semejante al enigma, pero con diferencia, puesto que Holmes no cree en factores sobrenaturales (y razón no le falta), pues el misterio no es tal.
Aún siendo válidas en el mismo género, con los mismos recursos intelectuales, la escritura es diferente. La novela-enigma es más dinámica porque juega con el lector. Es partícipe de los progresos del protagonista, o de las trastadas audaces del criminal. En la de misterio, en cambio, las pistas no son tan claras, puesto que se oscurecen a través de una serie de historias que rozan lo sobrenatural (siendo una excusa más para interesar al lector), y es el cebo para enganchar al futuro lector.
En ambos casos, ambos estilos (por llamarlos de alguna manera) han evolucionado, y hay acción y multitud de sorpresas, en donde no llega a distinguirse muy bien dónde empieza la novela-enigma y en que acaba en novela de misterio. Las combinaciones y fusiones son infinitas.

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