Entradas Universales

jueves, 23 de mayo de 2013

Kafka, por ejemplo...

Sí, como ejemplo. Kafka no sólo es uno de los escritores más grandes de la Literatura Universal, sino uno de los más grandes del siglo XX. Vivió atormentado porque era un funcionario en una empresa privada de seguros, y su escape se trataba de la escritura. Gracias a Max Brod, tenemos la mayor parte de su obra, y quemó el borrador de una novela, porque Kafka siempre fue un perfeccionista. 
El libro que se encuentra en la imagen, recoge todos sus cuentos, los extensos y los breves; pero, al contrario que el autor de la Introducción, no se me antoja "pretencioso". Si deja claro que Kafka escribía para sí mismo, más que para los lectores, es posible que fuera un autor tan completo como esta obra.
Pero prefiero no criticar, sino que la lectura de este libro enriquece, estableciendo una cierta complicidad con el lector y, de regalo, la traducción está impuesta desde los manuscritos originales, tal como Sancho decía, que no pensaba ni poner ni quitar las comas a ninguna obra, por muy mala o excelente que fuera, puesto que el autor es libre de escribir con sus defectos y peculiaridades. Sobran las palabras, y queda zambullirse en los más de cien cuentos rescatados, conocidos, inéditos y originales. Desde luego, Kafka siempre siguió su camino, que otros siguen con modestia, porque el arte del cuento es un arte vivo. 

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