Mientras Strike! debido a la singladura y amarre de su viaje por el espacio-tiempo, ignoraba a qué lugar iría, sintió un cosquilleo en el hombro. Una vibración no muy intensa que, hasta el momento, no había notado. En una hombrera de su traje, diseñado por Doc Eckman. una suerte de micro con un móvil diminuto, seguía las hazañas de la telecomunicación.
-Qué raro. Esto no me lo había dicho el viejo zorro.
Strike! extrajo el móvil de su hombrera, y se puso el manos libres en el oído.
La voz le resultaba conocida. Era Kal El.
-Strike!, ¿estás ahí?
-Di mejor "dónde" no estoy. Llevo más de media hora o más tiempo atravesando el espacio tiempo y todavía no he llegado a la Tierra.
-Ha habido un pequeño error.
-¿Qué? Repitémelo.
-Un pequeño error. Es posible que te haya alejado del itinerario de la singularidad para llegar a la Tierra, y te he desviado un par de galaxias.
-¿Cómo, Kal El? ¿Qué me estás diciendo? Mira que soy de tu misma sangre, pero me voy a poner flamenco y me voy a dedicar a repartir bendiciones. Como salga de esta, regreso a tu época y te inflo a hostias consagradas.
-No hay porqué ponerse violento. Era..., se trataba de una broma. Pero no del todo. Al parecer, en la nave de Mundo Circo falló un componente, y por eso viajas a cuerpo por el espacio. Puedo restablecer el contacto en un baremo aproximado, no del ciento por cien, pero viajarás en la nave.
-Cómo no seas un prestidigitador no sé cómo lo harás, antepasado. Y gracias por el móvil, pero en el espacio nadie me oye. Sólo tú.
-Bueno, lo arreglaré. Pero el objetivo es que, cuando la nave coincida contigo no haya colisión, sino un ligero intercambio de materia o pérdida de energía.
-Más tontás, no. Por favor-dijo Strike!-Arréglalo y déjate de tonterías.
-Haré lo que pueda.-replicó Superman.
-Tú eres el Hombre de Acero.
Pero Strike! no estaba seguro. Podía fundirse con la nave, al ocupar el mismo espacio, o aparecer sentado en la nave y pilotando. Demasiado complicado, desde luego.
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