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viernes, 10 de mayo de 2013

Strike! PREGUNTAS INFINITAS NO SIEMPRE RESPONDEN CUESTIONES FINITAS

El sabio florentino siguió preguntando a David Elegido preguntas que nunca terminaban. Leonardo tomaba notas, y dibujaba. Lograron ocultar la nave en el bosque, pero las autoridades habían abierto una investigación, por orden del Papa, porque le llegaron noticias de que el Monte Arno había sido arrasado por un enorme objeto desconocido, venido de los Cielos. Pero quien nombraba al Papa, también le seguía la Inquisión.
Los inquisidores estaban seguros de que ese objeto venía del mísmisimo infierno, y David Elegido, Leonardo y sus ayudantes y pupilos, decidieron que lo mejor era ayudar al español a ocultar el asombroso artefacto. Leonardo dibujaba y hacía bocetos, y los guardaba en una carpeta de cuero. Llegó a reunir una cantidad de dibujos de David Elegido y de la nave mundocircana. Pero David Elegido estaba preocupado. La nave se había estropeado, en este caso, los circuitos se habían quemado, y necesitaba oro y silicio. El oro lo podía conseguir; pero el silicio era otra cosa.
Leonardo le aconsejó que le ayudara con unos autómatas para la fiesta del Moro, que era su mecenas, Ludovico Sforza, y que le pagarían con oro. Quizás, prestando este servicio, podría ayudarlo. Cuando David Elegido le explicó la naturaleza de los circuitos, la placa base y todo el meollo de la electrónica, Leonardo llegó a una conclusión:
-Vuestra nave es un autómata sin extremidades.
Ciertamente, Leonardo no se equivocaba. Bastaría con fundir unas pocas monedas y transformarlas en pequeños hilos. Respecto al silicio, ideó una manera de obtenerlo; pero, en esa época no se vendía en el mercado. Leonardo escribió una carta a un amigo alquimista, y en una semana, recibió un polvo metálico que se podría fundir, y podría ser conductor de los átomos. Pero Leonardo comprendía los átomos or los presocráticos, y no la actual definición, como partículas de distintos elementos químicos, pesos y valencias.
-¿Cómo un ser tan pequeño puede hacer funcionar vuestro barco del cielo?
David Elegido respondía:
-Hasta lo más pequeño tiene su historia.
Leonardo extendió más la explicación en sus notas y bocetos.

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