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viernes, 8 de julio de 2011

La complejidad de la mente

Sigo siendo el menos indicado, por mi enfermedad, para escribir sobre esto. Pero unas palabras de Bruce Lee, han despertado mi curiosidad. Dice algo así: la mente es demasiado compleja, no tratemos de comprenderla, sino para que sea nuestra compañera. Añade. En otro aforismo, muy oriental: convive con tu enfermedad, no trates de luchar contra ella. En el momento en que sepas cómo es, ésta desaparecerá.
El Maestro Lee debió ser una lumbrera (sin ofender) de todas las ramas de la ciencia médica. No me extraña, porque practicó el culturismo, para fortalecer su cuerpo, y las artes marciales chinas. Pero, me pregunto, ¿tenía ideas de psicología y psiquiatría? Lee no me parece el más indicado.
Repasando los aforismos de su obra “El Tao del Jeet Kune Do”, quizás lo veía desde una perspectiva orientalista. Para mí, es legítima esta línea de pensamiento, pero no expone toda la verdad en su conjunto. Es más, incluso la manera de pensar entre lo Occidental y lo Oriental, colisiona. ¿Cómo voy a dejar de luchar contra mi enfermedad, que es hereditaria, genética, hasta que parezca un simple resfríado?
Disculpadme si mi mentalidad se ha limitado. Expongo lo que hay. Mi esquizo no se cura a la primera de cambio. Tiene sus periodos de crisis, y de tranquilidad. Gracias a la medicación, el Titanic no colisiona con el iceberg. Si Lee se refería a que la enfermedad, quizás no fuera tal, o bien, se refería a otra cosa, bueno, habremos de escribir y gastar mucha tinta para desentrañar el misterio.
Claro, que haber quien desentraña el misterio de la muerte de Bruce Lee, maldición que pasó a su retoño, Brandon Lee. Hay mucha leyenda. Unos dicen que le pegaron un tiro, y murió al instante, durante la grabación de la película “Operación Dragón”; pero prefiero el testimonio de la viuda de Lee: un derrame cerebral.
Hay muchas maneras, y no soy un experto, de que un derrame se produzca. Tiene que ver con la tensión de los vasos nerviosos que se ocupan de trasladar sangre al cerebro. Si la tensión se debe a un sobreesfuerzo (y eso creo que le aconteció al Pequeño Dragón), es más que seguro que la tensión se saliera de madre, hasta el punto de provocar un coma. Además, un derrame cerebral le puede suceder a cualquiera de nosotros. La vena estalla por la presión sanguínea, se rompe, y el derrame, si no se llega a tiempo, produce el coma.
Lo más seguro es que Bruce Lee se esforzara más de lo requerido (el rodaje de los combates en la cinta, los diseñaba él, y la coreografía marcial) y, entonces, su cuerpo, por muy en forma que estuviera, ya se encontraba en las últimas.
Desde luego, que somos muy complejos. Nos encanta adornar las leyendas de nuestros héroes, y olvidamos que son como nosotros, que, en cualquier momento, la muerte pide paso, y llega sin permiso, o por sorpresa.
Es posible que yo conviva con mi enfermedad; pero, también, y no me justifico, me produce malas pasadas. No siempre es así, pero la paranoia viene incluida en el pack, de manera que, por mucho que tratara de comprenderme a mí mismo, lo veo complejo. Porque, la única manera de encontrarme, es perdiéndome, en el sentido místico. Me comprendo, quizás, porque trato de comprender el mundo, cada día más complejo.
Pero, el mundo no se va a parar por esto. El mundo es mucho más complejo.

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