Un dibujo se explica por sí solo. No del todo. Sin embargo, un boceto explica la realidad que se oculta tras el artista, o la idea que se completa en el segundo. El tiburón que veis, se dibujó de memoria, no por mí, sino por el Profesor Xavier, que es así por lo que desea se lo conozca.
La llevó a cabo en mi cuaderno, a partir del boceto a rotulador que estropeé (ver etiqueta apunte de hace un par de días. En realidad, se ha perfeccionado la forma, y el Profesor Xavier me ha aconsejado que siempre empiece el dibujo con líneas de lápiz azul, que luego, servirán para corregirse y reafirmar las líneas. Digamos que el lápiz azul es una especie de marcador que muestra el trabajo preliminar de cualquier boceto. De esta manera, se evitan los errores.
El Profesor Xavier luego utilizó, en este caso, dos tipos de cera: cera y pastel. En este caso, cera de color verde para resaltar, y de azul en pastel, para iluminar y oscurecer las sombras. El blanco de la barriga del escualo es el natural del folio de la página. Como también se trata de un boceto de memoria, quedan rastros de los primeros intentos, que no he borrado, para que se vean las huellas de un trabajo que ha costado un par de minutos, porque el Profesor Xavier trabaja muy deprisa.
Incluso me aleccionó para utilizar el rotulador, únicamente, cuando el boceto, cualquier otro, esté, por lo menos, trazado con exactitud, en caso de utilizar lápiz HB.
Los trazos a cera verde, y a pastel azul, remarcan las cualidades del tiburón. Da la sensación de salirse de la página, en la primera impresión. La segunda, en este caso, es que es demasiado estático. De tal manera que lo mantiene impreso entre ambas páginas. Preso y sin movimiento. Creo que se puede conseguir más movimiento, si el tiburón girara, enseñando su cabeza, en una postura que ganaría en dinamismo.
El Profesor Xavier es un maestro en el Dibujo Lineal. Pero nadie espera que un tiburón parezca un submarino. Por lo visto, tampoco está mal en el Dibujo Artístico, puesto que mis trazos son inseguros, o demasiado rápidos. El Profesor Xavier me aconsejó que me dedicara a seguir sus pasos, pero que también mis trazos son rápidos, pero muestran lo que plasmo. De todas maneras, en una próxima visita a Zoolandia, tomaré los apuntes del natural, pues mi memoria es muy flaca, y a pocos animales puedo retratar, si no tomo los bocetos en el momento.
Leyendo algunos manuales, se aconseja que se tome un apunte rápido del natural. De este modo, se atrapa el momento. También, que los animales no están quietos, porque se mueven continuamente. En este caso, en verano, los animales suelen pararse, quizás debido al calor, o a que la situación es plácidamente tranquila. Pero, es un hecho, el tiburón, por genética, necesita moverse. Si no lo hace, muere. Es su punto más débil y, desde luego, memorizarlo, es una obra titánica, porque se hace necesaria una memoria fotográfica muy potente, o tener un cámara de fotos a mano.
La ilustración del Profesor Xavier es completamente de su propiedad. Encima se hallan unos apuntes escritos que tomé, en donde esta entrada es una prolongación. Está visto que el tiempo es valioso, y que, por lo menos, el tiempo también es la clave, para que lo que se ha observado se traduzca en el papel.
En mi caso, tengo el boceto de un cárabo, una especie de búho que lo mostraré perfeccionado en un folio A-4. Volverlo a dibujar, me costará unos días. Rematarlo, algunos más, y añadiéndolo a una entrada, aún más. Ciertamente, no olvido que estamos en verano, y que el mundo sigue su curso quizás, hacia la destrucción.
Agradezco, también, la colaboración del Profesor Xavier. Sin él, los bocetos o dibujos que pondré en práctica, por puro ocio, no hubieran sido toda la realidad.
La llevó a cabo en mi cuaderno, a partir del boceto a rotulador que estropeé (ver etiqueta apunte de hace un par de días. En realidad, se ha perfeccionado la forma, y el Profesor Xavier me ha aconsejado que siempre empiece el dibujo con líneas de lápiz azul, que luego, servirán para corregirse y reafirmar las líneas. Digamos que el lápiz azul es una especie de marcador que muestra el trabajo preliminar de cualquier boceto. De esta manera, se evitan los errores.
El Profesor Xavier luego utilizó, en este caso, dos tipos de cera: cera y pastel. En este caso, cera de color verde para resaltar, y de azul en pastel, para iluminar y oscurecer las sombras. El blanco de la barriga del escualo es el natural del folio de la página. Como también se trata de un boceto de memoria, quedan rastros de los primeros intentos, que no he borrado, para que se vean las huellas de un trabajo que ha costado un par de minutos, porque el Profesor Xavier trabaja muy deprisa.
Incluso me aleccionó para utilizar el rotulador, únicamente, cuando el boceto, cualquier otro, esté, por lo menos, trazado con exactitud, en caso de utilizar lápiz HB.
Los trazos a cera verde, y a pastel azul, remarcan las cualidades del tiburón. Da la sensación de salirse de la página, en la primera impresión. La segunda, en este caso, es que es demasiado estático. De tal manera que lo mantiene impreso entre ambas páginas. Preso y sin movimiento. Creo que se puede conseguir más movimiento, si el tiburón girara, enseñando su cabeza, en una postura que ganaría en dinamismo.
El Profesor Xavier es un maestro en el Dibujo Lineal. Pero nadie espera que un tiburón parezca un submarino. Por lo visto, tampoco está mal en el Dibujo Artístico, puesto que mis trazos son inseguros, o demasiado rápidos. El Profesor Xavier me aconsejó que me dedicara a seguir sus pasos, pero que también mis trazos son rápidos, pero muestran lo que plasmo. De todas maneras, en una próxima visita a Zoolandia, tomaré los apuntes del natural, pues mi memoria es muy flaca, y a pocos animales puedo retratar, si no tomo los bocetos en el momento.
Leyendo algunos manuales, se aconseja que se tome un apunte rápido del natural. De este modo, se atrapa el momento. También, que los animales no están quietos, porque se mueven continuamente. En este caso, en verano, los animales suelen pararse, quizás debido al calor, o a que la situación es plácidamente tranquila. Pero, es un hecho, el tiburón, por genética, necesita moverse. Si no lo hace, muere. Es su punto más débil y, desde luego, memorizarlo, es una obra titánica, porque se hace necesaria una memoria fotográfica muy potente, o tener un cámara de fotos a mano.
La ilustración del Profesor Xavier es completamente de su propiedad. Encima se hallan unos apuntes escritos que tomé, en donde esta entrada es una prolongación. Está visto que el tiempo es valioso, y que, por lo menos, el tiempo también es la clave, para que lo que se ha observado se traduzca en el papel.
En mi caso, tengo el boceto de un cárabo, una especie de búho que lo mostraré perfeccionado en un folio A-4. Volverlo a dibujar, me costará unos días. Rematarlo, algunos más, y añadiéndolo a una entrada, aún más. Ciertamente, no olvido que estamos en verano, y que el mundo sigue su curso quizás, hacia la destrucción.
Agradezco, también, la colaboración del Profesor Xavier. Sin él, los bocetos o dibujos que pondré en práctica, por puro ocio, no hubieran sido toda la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario