Fascinante que, dentro de unos millones de años, esta cascada es posible que deje de existir. Tanta grandeza...; yo nunca he estado allí, para contemplarlas y fascinarme, pero debe de ser el agua tan dulce que la sed se vería satisfecha con solo probar ese agua que irá a dar al mar.
Este paisaje, y eso que hay muchos, nos da la sensación de ser una obra maestra. Ni el mejor artista puede atrapar toda la naturaleza. Impresiona que el agua sea pura, que sea, en ocasiones, el remedio que da la vida, y aplaca la sed. El agua, un tesoro.
Da la sensación de que admirar esta grandeza, que nos sobrevivirá a todos, me da la sensación de pequeñez, de sentirme diminuto. Si como ser humano, destruyo esta imagen, estoy poniendo en solfa mi futuro. Las cataratas son, sobre todo, necesarias, traen agua, y los ríos, todo es vida, no importa si el PH es dulce o salado. Son dadoras de vida.
La vida. Ese misterio que aún no hemos descifrado; de la misma manera que tampoco descifraremos el misterio de la muerte.
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