colores; o mejor dicho o escrito, de cuando los dioses eran crueles y hacían daño a la Humanidad. Imagino a Hércules (Kevin Sorbo) paseando por allí, entre las tierras griegas o del mundo. El colorido es suficiente para quedarse extasiado, hasta tal punto, que la belleza no se puede calsificar.
El paisaje es colorista, hasta tal punto, que da la sensación de que los colores se funden entre sí. La mezcla entre naranja y amarillo y el azul, una suerte de acuarela natural. La perfección nunca fue tan perfecta. El cielo y la tierra que parecen fundirse. Es una tragedia que, al final, seamos los culpables de destruir tanta belleza.
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