Muhammad Luthor empezó su diatriba. Strike! escuchaba. Batman, al principio, confió en Strike!, poco después de regresar de Mundo Circo. Pero Strike! era un inexperto y no se había templado como líder. Luthor aprovechó para dividir a la Liga de la Justicia; pero, para ello, debía poner de su lado a Batman. El asunto se resolvió mal. Empezó una batalla entre superhéroes y supervillanos, en donde Luthor procuraba desgastar los dos bandos. Pero este desequilibrio se acentuó, cuando el propio Luthor cayó en manos de Strike!, y le destruyó su armadura.
-Formo parte de tu futuro-confirmó Luthor.
Y Strike!, en plena batalla, le respondió:
-No soy Superman. Soy un mestizo, ¿recuerdas?
Entonces, los ojos se le encendieron con haces calóricos de energía, y atravesó la armadura, quemando, incluso, las baterías de kryptonita, de las cuales recibían su energía. Entonces, Strike! liberó toda su furia, y destruyó, aplastó, rompió, desgajó, quebró los huesos y la armadura de Luthor. Luthor gritó más que en toda su vida. Los pulmones le ardían aplastados, y Luthor vomitaba sangre, y respiraba con dificultad, con un molesto silbido que salían de unas cuevas mal ventiladas.
Pero llegó Batman. Trató de frenar la furia de Strike!, inútilmente. Cuando el Señor de la Noche trató de frenar a un descontrolado Strike!, el paladín de Gotham City, perdió su ojo izquierdo, y sangraba sin parar. Hal Jordan XXXV trató de evitarlo, pero Batman cayó al suelo, aturdido e inconsciente. Strike! atacó a Jordan, mientras la Liga de la Injusticia salía escopetada, ante la violencia del Mestizo.
Entonces, Strike! se volvió algo loco. Perdió la razón, y se dedicó a luchar contra todos. Ambas Ligas se asociaron, sin ningún provecho, porque, en este caso, las bajas fueron numerosas. En ese momento, apareció un nuevo Strike! Se ocuparía de mejorar la obra de Batman. Pero Batman, se había retirado, medio ciego, y derrotado (y con un ataque depresivo más que manifiesto), y Strike! modificó su nombre, y dijo:
-Ahora soy ¡Emperador!
Luthor finalizó su narración ante los sorprendidos oídos de Strike!; y el propio Strike! pensaba que no podía ser, que era imposible.
-Por lo menos-terció Luthor- mi venganza y tu muerte no es imposible.
La esfera se puso a zumbar. Strike! se llevó las manos a los oídos, y una intensa explosión se escuchó en toda Metropolis. Hal Jordan XXXV rescató a Strike!, enterrado entre los hierros y el cemento, aturdido y confuso.
-¿Qué he hecho?-preguntó, casi llorando.-¿Qué he hecho mal?
Hal Jordan XXXV le tranquilizó.
-Pregúntate porqué seguimos creyendo en tí, aunque todos los días tememos tu ira.
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