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sábado, 2 de febrero de 2013

Strike! LA CLAVE

Strike! se levantó del lecho mientras aspiraba el aroma afrutado de Kiara. En la pared frontal del dormitorio se encontraba una gran pantalla de vidrio transparente y las teclas livianas de un ordenador. Era una pantalla inmensa,  y el teclado era numeroso.
Encendió el ordenador, pulsando una tecla verde dibujada. La pantalla se encendió automáticamente, con el escudo y logo de Kryptows, con el programa de Kryptosoft, con carácteres kryptonianos.
Comprendió el idioma extraterrestre por deducción, y también porque Strike! lo llevaba impreso en su genética. No era híbrido o mestizo por nada.
Pero le faltaba la contraseña para entrar en el ordenador. Una pestaña insistía, mientras un cronómetro con números kryptonianos avanzaba frenético.
A Strike! se le había quedado la mente en blanco. Se encontraba bloqueado y amgustiado. ¿Cuál era la clave? No podía saberla. Intuirla, probablemente, pero se vio sorprendido por Kiara, que se acercó semidesnuda, y le puso una mano en el ancho y fuerte hombro, y él sintió cómo el recuerdo de la noche anterior.
-Deja el ordenador, cariño. No puedes controlar tu Imperio todos los días.
Su Imperio. Estas palabras le rasparon la mente. Por dentro no estaba alegre. Su arrebato era de cólera, y recordó las palabras de Kiara cuando le amonestó por preguntar por Batman, el último Wayne, con problemas mentales, heredados de los genes de Ras Al Ghul. De hecho, provenían del hijo del Batman original, con los genes de la hija de Ras Al Ghul: un psicópata de cuidado, con la mala suerte de que Wayne XXV tenía que luchar con dos naturalezas. ¿Se medicaba? ¿Por qué se habia convertido en un proscrito? ¿Y la contraseña? ¿Cuál era su misterio?
-Kiara, dame la contraseña-ordenó.
-Me temo que es imposible, querido. Sólo la conoces tú.
Frustrado, Strike! se preguntó porqué su antepasado, el Superman original, decidió enviarlo a un futuro paralelo fascistoide, dictatorial.
-Pues se ha lucido-dijo en voz alta.
-¿Quién?-preguntó Kiara-¿Quién se ha lucido?
-Nadie. Cosas mías. Regresa a la cama. Me tomaré el día libre.
Kiara sonrió. Pero Strike! lo veía como una obligación. Debía crear estrategias de distracción. Un dictador también está vigilado. Lo sabía. Por seguridad. Por temor. Por miedo a perder el poder.
Tuvo la idea de intentar hablar con Luthor, si aún existía.


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