Empieza el mes con calor y movidito. Agárrense los cinturones y lo que no son los cinturones, porque la tensión está creciendo. Combate pugilístico de Rajoy contra Rubalcaba y viceversa. Se tiran los trastos, jabs en remojo, y golpes bajos por parte de Rubalcaba, que los recibe en las partes bajas (muy dolorosas); parece que no hay tiempo para relajarse, y sí mucho para aparentar. No es, parece, dice Durán y Lleida. Pero entonces, todos están mintiendo. Y eso, a primeros de mes, lo sabíamos todos.
Menudo final de verano nos espera. Y quedan, por lo menos, dos meses.
Toca, en este caso, tratar de pasar esta crisis (que dicen que ha mejorado, como mentís, pardiez) con el menos calor posible. Cuando llegue el otoño, nos tocará aguantar con el frío, pero es un país desolado.
Pero no creo que la culpa sea del todo para Rajoy. Todos sabemos que no dimitirá. Y así, está bien. Durante este mes, Rubalcaba nos ofrecerá sus florituras metafóricas. Ya no sirve el "Y tú, más".
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