Los cuadernos o folios guardan siempre la letra viva, la escritura del momento. No es posible describir con palabras todo el concepto en sí. La letra viva nunca hiere, sólo golpea y dice: "estoy aquí". Cualquier nota puede ser letra viva.
Negativa es la letra muerta. Me refiero a las de los documentos oficiales, que se guardan, y no se vuelven a consultar hasta pasado un tiempo. Pero la letra viva vive siempre. De ahí las novelas de letra viva. Que son todas, bien o mal escritas. Las obras crecen en los cuadernos, en el puño y la letra, en el doloroso atisbo del "voy a escribir" pero "¡no se me ocurre nada!"
No hay que llegar tan lejos. Después de todo, la letra siempre es viva. Si muere significa que no se utiliza. Pero la letra viva está ahí para indicarnos y sugerirnos, que aún podemos vivir en ella. Porque con la letra viva, ninguno ha muerto.
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