Entradas Universales

jueves, 15 de agosto de 2013

Notas a pie de página

Esas notas que quedan al final del párrafo, separadas por una delgada línea a punto de quebrarse. Una línea que separa el mundo de la obra, sea novela o ensayo o poema. La nota que añade y aclara, que muestra y alecciona, para comprender mejor el texto. Notas que evitan que nos perdamos, pero que enriquecen eso que no sabíamos en un principio, y luego, exclamamos: ¡Ah, eso es!, y que empezamos a darnos cuenta que no sabíamos tanto, precisamente, porque se nos había pasado. Por eso, a esas notas a pie de página, bienvenidas en vuestra sabiduría y sabihondez, en ocasiones repelentes y pesadas.
Pesadas, debido a que a algunos lectores nos encanta ser investigadores, y llegar hasta el final sin muletas. Pero está claro que las repelentes notas auxilian, como ofrecernos oxígeno, a nuestras mentes oscurecidas. Pero bienvenidas, sin embargo, pues sin ellas, el mundo es demasiado poco evidente.
También, en ocasiones, son ignoradas. Pero son una especie de ropa interior de la obra. No podríamos conocer mejor la obra, sin la seducción de la ropa interior, que hay de muchos modelos y estilos; pero también, que nos muestran datos que desconocíamos.
Sin embargo, esa ropa interior no desnuda a la obra. La obra ha de seducirnos, y si tiene defectos, a más de uno irrita, o lo deja porque es imposible continuar la lectura de la misma.
¡Adelante, pues!
Estriptis de notas a pie de página. Enseñad los billetes.

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