Ya va siendo hora de cerrar los cuadernos, o de abrirlos. Un mes de catástrofes y corrupción. Es posible que todo se haya desmandado, hasta tal punto, que la cuestión es, de todo el asunto, que no se salva nadie. Puesto que nadie lo hace, sólo les basta con mirar hacia otro lado y dejar las responsabilidades por las que tendrán que responder en el futuro. Hecho, desde luego, nada agradable, porque a nadie le gusta llamarse "corrupto" cuando es evidente que todos se han manchado.
Este mes ha sido incendiario. Se ha puesto de moda cargarse el oxígeno común, y como nos quedemos sin bosques, tendremos que extraer el oxígeno del agua. En fin, que no ha sido un mes muy agradable. Ha habido más incendios que todo el verano junto. Y nos queda la esperanza del mes que viene, porque empiezan las fiestas en algunos pueblos, desde luego.
Esperaremos a mañana, que empieza un nuevo mes, y nuevos retos a escala. Que no se queme nadie.
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