Proyectos que no han de quedarse en el aire. Por ejemplo, cuando la escritura es la comunicación completa, pero es parcial. Con los blogs y páginas web se autocompletan, pero la información se distribuye, aumenta, o acaba desapareciendo. Hay proyectos que se quedan en el aire, hasta tal punto, que es necesario, por lo menos, lograr una cierta capacidad de recuperación. En la Red es posible recuperar información; pero, al final, si no hay actividad, las páginas permanecen como pecios hundidos, siniestrados.
Proyectos en el aire, quizás porque sólo se alcanzó a construir el esqueleto. Pero hay tesoros o vetas que no se han explotado, y que hay que buscar. Tesoros o vetas que esperan ser de utilidad para continuar transmitiendo el mensaje escrito o grabado (recogido en YouTube) pero que, sin lugar a dudas, o a provocar otras, en la Red vive y muere el lenguaje, porque la información suele ser rápida. En el momento.
En la Red no queda nada al azar. Y eso es lo que preocupa: ¿quiénes gestionar la información? ¿Los blogueros, o los piratas y filibusteros asociados a agencias gubernamentales?
No hay comentarios:
Publicar un comentario